sábado, 4 de enero de 2014

La neta esto del arte se me hace una mamada. Un tipo de enajenación… al menos en el caso del arte altamente intelectualizado. Lo siento completamente desligado de mis emociones; no soy el tipo de persona que se dedica a estudiar las principales filósofos ni va a todas las exposiciones. Algunas de mis obras sí están inspiradas en otros artistas, otras buscan los temas básicos de la vida, como el ser, el ahora, el poder… la sociedad (cosas que te afectan y que son parte de ti), pero mis problemas a veces están más vinculados a buscar una chica o defender mi voluntad, cosa de la que reconozco una gran debilidad…
De eso no he aprendido en ningún museo. De hecho, cuando entiendo algo por el estilo es porque antes ya lo había pensado/reflexionado y eso había derivado en… pero en sí el arte con frecuencia fracasa. En cualquier caso tiene siempre de trasfondo al individuo, lo diga explícitamente o no.
Mañana me voy a poner a practicar la conquista de chicas. aprovecharé que estoy en Cancún. Hoy daré por reconocidos algunos aspectos ciertos de los que mi primo me señaló. Descansaré para practicar mañana.

miércoles, 25 de septiembre de 2013


Ensayo sobre el texto La memoria y el Código
por José María Carro López


Memoria

Parece que el mayor problema al principio del texto es el de señalar la diferencia entre la memoria de la máquina y la memoria humana. Estoy de acuerdo en que no son lo mismo, y que lo que señalan es cierto. Pero pienso que es hasta cierto punto contradictorio decir que nos puede servir la memoria de la máquina para comprendernos a nosotros mismos cuando un párrafo o dos líneas arriba acababan de negar su similitud, el peligro de analogías irreflexivas. La manera en la que dicen que puede servir para ciertos aspectos es un poco forzada e incluso confusa.
            Quizá el mayor peligro que pienso puede haber en usar los mismos términos para ambas cosas es que nos olvidemos de que nosotros tenemos nuestra propia memoria, y que nos volvamos progresivamente inútiles y dejemos de usar nuestras habilidades, frente a todas las facilidades que ofrecen las computadoras y otras tecnologías; sin hablar de que depositar la información en las computadoras y el desarrollo de programas de búsqueda booleana y de reconocimiento de patrones hagan más sencilla también la manipulación, haciendo más eficaz un sistema social humano que use la entropía como sus reglas dinámicas y de explotación. Pero quizá eso no radique en las palabras, aunque es engañoso el poder y el psicofuncionamiento a partir de ellas, sino que radique en la conciencia y la capacidad humana de actuar conforme a ella, como en el hecho de llorar por el cambio climático global y celebrar el hiperdesarrollo tecnológico cuando son dos caras de lo mismo. Se me hace la lectura un poco larga y redundante para algo que siente que es tan poca cosa… sin embargo no sé qué tan poca cosa sea, quizá la desprecio por mi ignorancia nada más. Aparte, puede que a una escala individual sea poca cosa pero pensándolo en una dimensión colectiva masiva sea precisamente uno de los rasgos de la manipulación que considero tan urgente ver… (sé que insisto un poco en la manipulación y el consumismo, pero es que era la angustia intelectual de la generación anterior de clase media (una de tantas), y la he heredado). Quizá sí sea una caja contenedora, o se puede ver así. Al final esta idea es una metáfora. En la realidad creo que la estructura en sí es el contenido, en el sentido que cada nuevo pensamiento genera una nueva conexión, un puente neuronal, y que hay una estructura más estable y otra dinámica que es en sí todo el funcionamiento y sobre lo que funciona… pero sobre lo que funciona es a la vez lo que hace las sustancias que se están moviendo y además también está funcionando. tengo la idea de que es una estructura similar a la del “medio es el mensaje”. Donde la percepción dicotómica es una visión parcial de algo que es lo mismo pero que se puede sentir como dos cosas o tres, como pasado y futuro, o como forma y contenido. Por eso cuando se rompen estas metáforas resulta tan sensacional y tan fashion que todos hablemos de ellas.
            Estoy de acuerdo con que la memoria en forma de imaginación de espacios de alguna forma sintetiza el recuerdo y lo hace inaccesible, pero eso tiene que ver con la saturación de información de la que hablaba el texto en la introducción. La metáfora y el símbolo también tienen eso en común, describen una situación con una lógica tal que transmite el sentido y se puede usar como significado al igual que las palabras, pero no aluden a la situación histórica de la que salió. Por ejemplo Hamlet tiene raíces o por lo menos un paralelo en Electra y ambos en una situación humana, pero la figura, sin hablar de ninguna de las dos, puede ser usada para describir todos los fenómenos de nostalgia social o vintage que surge como estrategia sistémica de estabilidad frente al vértigo de lo nuevo. Igual que el Edipo sirve para hablar de política o la frase “poco abarca el que mucho aprieta” es una metáfora altamente sabia de la conducta humana. No le veo lo malo, en pocas palabras, la considero útil, práctica. Y sí, en las computadoras hay poca incidencia de la imaginación porque la computadora es toda imagen para el usuario, la imaginación no se usa casi, porque hay poco que tenga que explicar uno para conseguir lo que quiere, aunque esto sí suceda. No obstante el texto es cierto, ha habido un cambio en el uso del concepto de memoria artificial.
            Es fuerte lo que dicen sobre el modelo de contenedor-contenido, su origen lockeano-cartesiano, sus repercusiones políticas en su extensión de somos lo que recordamos que somos y somos lo que poseemos (también hay que ver que esto es fomentado en el consumismo y en los códigos culturales, que no es porque alguien lo quiso así, sino que ha sido todo el sistema que de forma descentralizada ha llegado a eso). Y, aunque veo que ese pensamiento sí está vivo en mi entorno, sé que no es cierto. Con respecto a lo que poseemos sé que es parecido a yo soy lo que hago (o el mismo voy a hacer, con voy a a-ser), las decisiones lo cambian radicalmente y no es nada fijo. Esa visión es fomentada por el consumismo y las ideologías de clases, creo, orientando parte de nuestro comportamiento cuando te sientes mal por eso o crees que tus desgracias se deben a tu pobreza, (sólo es una hipótesis que me ha llegado a pasar), pero que cambia, siempre que uno cambie. Y pues con lo del pensamiento y la identidad, guiada muchas veces según los criterios de lo que se hace, lo que se piensa, lo que se recuerda y lo que se posee; lo veo quizá sólo como una punta del iceberg de lo que es la identidad. Me parece más atinado pensar en una extensión de la definición de inteligencia como la interacción de un conjunto de organismo descentralizados, pues creo que la identidad también se refiere a lo que inconscientemente se gesta en nosotros a nivel fisiológico y momentáneamente sensorial, además de lo emocional. Como las tristezas que duran años, o las experiencias que intimidan por mucho tiempo.

hasta ahora, sólo veo que se piense en la memoria como este proceso de recordar. Yo veo que la memoria funciona para por lo menos otras dos funciones.
1.En el proceso de percepción del exterior genera la continuidad en el tiempo o la ruptura como un concepto sensorial, al estar contrastando todo el tiempo y de manera muy rápida la información que nos presenta el exterior con la información que nos presentó un instante antes, dando esta comparación resultados precisos sobre el exterior, que regulan todo el sistema fisiológico, como haciéndonos sentir tranquilos o angustiados. Creo que este proceso incluso es anterior al de conscientizar la realidad.
2. En el aprendizaje o en aquellos procesos de retroalimentación (creo que negativa) del sistema del organismo, uno contrasta la información de eventos pasados con las situaciones presentes para decidir. O generas una fantasía a través de la imaginación basada en los referentes anteriores sobre una situación similar para actuar prediciendo. Yo creo que la memoria, que alude al pasado, sirve para el futuro.

De repente me impresiona la versión del tal Halbwachs sobre la memoria colectiva, más aún lo de la memoria corporal que creí que no se tomaba en cuenta en el texto (conforme leo voy comparando mis primeras impresiones). Luego, al llegar a lo de Proust y la memoria humana en el exterior me pareció más bien una imagen metafórica buena, pero que no es válida científicamente. Sea en colectividad la creación del yo o las calles detonadoras del proceso mnémico éste sucede dentro del cuerpo e incluso tiene su dimensión fisiológica. Creo que no es un buen argumento para pensar en una diferencia con respecto a la “memoria” en la máquina, excepto si habláramos quizá de campos magnéticos producto de la memoria que posiblemente comuniquen en procesos telepáticos, aún inconscientes. Me parece más contundente señalar la distinción en la rememoración o en el proceso emocional que tenemos, que no hará una máquina, incluso si desarrollara un proceso de consciencia, que es muy diferente a un proceso de pensamiento emocional “azaroso”.


siento que en el caso de las computadoras la repetición no es pulsación de muerte ni se presta a esa analogía (aunque la verdad lo digo desde mi ignorancia de la teoría freudiana), porque la repetición en la computadora corresponde más bien a un sistema de composición del programa, de su estructura y su funcionamiento ordenado. Justamente esa matriz desde la que se llega a cualquier archivo funciona porque todas las entradas repiten una estructura. (repito, esto lo digo desde mi pseudoinformación, tampoco he estudiado computación).

Efectivamente, hay una extensión de la memoria en el Internet. pero si no mal entiendo cuando dice una “interpasividad” de las formas alude a que nadie va a usar esa información, o que no nos vamos a preocupar por aprenderla (¿?), la verdad no me queda tan claro, ni tampoco cuando dice que el momento de archivarla instituye en sí la forma de lo archivable. Identifico esto último más con la memoria que nos presenta la tierra en sus capas geológicas, o un árbol en sus anillos. O el hielo en las burbujas de aire atrapadas.

En general siento que el problema no radica tanto en el uso de la misma palabra para designar dos cosas, que viene siendo una situación donde el significante “memoria” es sólo una parte de un significado que termina de sustentar el contexto. La analogía con la memoria humana es alarmante no porque se pretenda que la IA supere al humano, que en muchos aspectos una máquina sí hace mejor muchas funciones, sino que es alarmante porque esa forma de manejar a lo humano y lo maquínico a través de comparaciones muestra la poca apreciación que sobre el todo del ser humano existe. La falta de atención que quizá se le ponga a las partes afectivas que incluso si encontramos un sistema que opere mejor en los sectores industriales o computacionales consideramos que ha superado en el todo al ser humano. Y bueno, eso es, creo, sólo una culminación de una ideología histórica que viene desde considerar superior a las ciencias “duras” que a las humanidades; del hecho de que el tipo de pensamiento y desarrollo intelectual que ha propiciado más la innovación a través de la tecnología ha sido la ciencia, y obviamente hacia donde ha dirigido sus odas y su agradecimiento la sociedad ha sido hacia la ciencia. La epistemología que se ha impuesta es la tecnocientífica y sus implicaciones calculadoras y lógicas poco caóticas y sin la reciente valoración del pensamiento paralelo y la exaltación de la creatividad ha tendido a ver en el ser humano un tipo de animal que funciona en torno a su utilidad. Su valor, no de forma absoluta pero sí fuertemente, a través de la historia, ha sido definido por su poder de servir. Las estructuras sociales igualmente lo han fomentado, y las implicaciones del ser humano en la sociedad industrial son las de algo que funciona para desempeñar cierto papel en cierta empresa. Tu valor altamente definido por tu productividad. Y, bueno, cuando tienes una máquina que hace mejor las cosas que doscientas personas entonces es normal pensar que son superiores, y que nos superaran. La cosa no es si se puede hacer una máquina con el funcionamiento para tener emociones. Una máquina humana. Sino que el planteamiento de esa analogía parece mostrar lo poco que consideramos a lo humano como importante. Esto no quiere decir que la tecnología no se halla usado para desarrollar la creatividad y las habilidades artísticas, así como las emociones. De hecho, Lipovetsky en su introducción del libro “la era del vacío” habla sobre el proceso de personalización que tira los grandes sistemas de sentido y el culto a la participación y la expresión. No todo en ese autor es cierto, pero el desarrollo de la expresividad como un valor es un hecho. Aunque más que un valor que tire el sistema que desprecie al ser humano frente a la máquina, lo fomenta, pues esta valorización está en función de su explotabilidad comercial.
            El tema no sé qué tanto me corresponda a mí estudiarlo. Sucede en mi alrededor pero quizá no me sea tan agresivo. Aunque puede que descubran procesos para generar resultados creativos basados en algoritmos o funciones que usen modelos del caos o fractales y un día me digan que no necesitan más creativos. O no pueda entrar al mercado del arte que me gusta porque todos los artistas tienen maquinitas que piensan por ellos, o el arte ha dado cabida a las obras hechas por sistemas operativos cibernéticos. En cualquier caso se impondrá la ley de la vida. La sobrevivencia. Cuando el soporte de las máquinas sea la biología, que está en progreso, cuando la programación no se realice a través del código en un computador sino a través de proteínas en una cadena de ADN, a través de enzimas quizá.   El tema hace sentir vértigo… Pero no está en mis manos. Yo ni siquiera sé programar. En mis manos está mi sobrevivencia y la responsabilidad de no sufrir.
           

El Código.

Código como serie de instrucciones de ejecución me parece incompleto, más bien sí pero en lo específico a un tipo de código. Yo me atrevo a plantear el código como un conjunto de instrucciones de significación. Ahora, es reveladora la noción de que entender el código es entender las motivaciones de creación de ese código. Pensando en la selección narrativa, que ideología inspiró esa selección. Los criterios son en sí e código, y la selección operando como conjunto, ¿puede volver a ser criterio de selección?
            Es curioso, pero el pensamiento de que en el código se puede trascender a la vida humana hace pensar que lo que al final buscamos los humanos en este intento quizá impuesto de dar sentido a nuestra vida a través de prácticas que nos hagan ir más allá de ser meros seres biológicos puede ser querer hacer un código. Un código propio, que funcione para nosotros mismos, rigiendo y dando sentido a nuestros actos. Curiosamente, también, es el principio que rige parte de la actividad artística profesional. O parte del entendimiento de la misma. Entender el código que plantea la misma pieza. El código que plantea el artista. El fenómeno que plantea entender la pieza de esa manera. El código que configura el código de entender la obra y al arte con el artista como un código. Jajaja

jueves, 14 de marzo de 2013

pensamiento


la presente reflexión nace de dos experiencias básicas. Una, en clase de modelado, cuando el maestro se dedicaba a regañar a una compañera acerca de cómo si estaba en esta carrera debía desarrollar las cosas de esta carrera, conocer su futuro negocio y si no, básicamente la pregunta es qué estaba haciendo ahí… yo, a su lado, me daba cuenta de que dicho plática también me alude perfectamente a mí. puesto que yo no estoy seguro de mi carrera ni de mi triunfo como artista, situación a la cual me he enfrentado con resignación y conformismo por un lado, con consciencia de que pronto me dejará de apoyar económicamente mi madre, por otro.
            La segunda, en mi clase de pintura, cuando estaba frente a un cuadro pensando en qué carajo hacía ahí, donde no me gusta estar, me hizo reflexionar acerca de mis motivos por los que estaba ahí, que fue, en un inicio, una búsqueda de mejoramiento a nivel técnico para desarrollar mis proyectos, por lo cual me he puesto ha hacer mimesis; mi cansancio y frustración frente al desafío de lograrlo y el proceso que conlleva, tardado y laborioso; la conclusión de su relativa inutilidad cuando el arte que me gusta no está en torno a manejar una u otra técnica, sino de recurrir a uno u otro elemento según mis intenciones conceptuales… desde ese punto de vista pierdo un poco el tiempo. además de sólo alimentar, aparentemente, esta ideología de que si me cuesta y produce cansancio y es difícil de alcanzar, es valioso y su realización genera carácter y también vale… me pregunto de qué servirá eso cuando esté a punto de morirme.
            parece que la técnica y el valor de estar en la carrera y poder defenderme después están juntas… pero sólo a un pequeño nivel. el arte está metido en un circuito social, histórico, técnico y tecnológico, telecomunicativo, ideológico, cultural, institucional, mercadotécnico y económico, etc. y todo ello influye. no te haces artista de  tener buenas ideas, ni de ser creativo, es una creatividad desarrollada a largo plazo y enfocada en un ámbito estético junto con un proceso de mercado y comunicación social el que consagra no intelectualmente a un artista sino social y económicamente, y a esto me refiero a que puede vivir de su producción, que en mi caso, quiero que se compagine con procesos de desarrollo en matemáticas, economía, historia, ingeniería y publicidad, además de viajar y disfrutar, sin drogas, de preferencia.
            entonces; ¿asumirte como artista es asumirte dentro de la tradición del arte? cada vez que voy a pintar noto que me siento angustiado y agobiado pensando con fastidio en la clase, siento que no  hago lo que quiero y pienso que debo tener buena técnica para tener calidad en mi trabajo. esto implica, hacer muchas cosas que no quiero. Cuando, en cambio, pienso en cambiar de plan, y ponerme a hacer las cosas que yo quiero, y que mis profesores me ayuden a desarrollarme dentro de ese ámbito de obra plástica, ya no pienso en eso, soy más espontáneo, lo disfruto más, y la legitimidad de mi trabajo parece no provenir de la calidad del producto físico, sino de la calidad del producto conceptual, su capacidad lingüística para transformarse en ideas nuevas, en placer. Agarrar símbolos ya existentes, sacarlos de su contexto y reutilizarlos para que por su nuevo contexto se transformen, al relacionarse con otros símbolos. Yo doy por hecho que eso es arte. Entonces creo que soy genial, porque me divierte y gusta lo que hago, no sé si hago arte pero me late, entonces el problema muchas veces viene cuando de repente me piden que justifique mi proyecto, entonces siento con frecuencia que mis verdaderos motivos son suficiente, y tiendo a inventar algo parecido a lo que ya existe. funciona. sin embargo no quedo satisfecho, primero, ¿por qué unos motivos son superiores a otros? segundo, ¿qué es arte?. distingo por lo menos tres procesos creativos en mi obra, donde el tercero es una combinación de los otros dos. en realidad son cuatro si consideramos que pienso en obras donde el significado lo pienso a partir de nuevas experiencias en la vida. los procesos son a partir de la ocurrencia de algo que me parece chido, precedido por expresiones “estaría bien fino hacer esto o aquello”,  que a veces tiene que ver con hacer algo plásticamente bello y otras veces con realizar algo conceptualmente sostenido en algo plástico de forma ingeniosa. sino tiene un concepto y es algo genial, casi me indigno de que me pregunten si tiene un concepto y de que lo desprecien si no, ¿que no ven que está genial?
            Cuando me dicen que los  justifique caigo en una dinámica similar a la de la pintura donde la técnica te valida y te hace entrar a un ámbito jerárquico, donde obviamente necesitas que otros te acepten porque la sociedad del arte sigue siendo jerárquicamente estructurada, es un poco antigua. en ella el símbolo de la justificación es un símbolo relativamente nuevo que pertenece al símbolo arte, un criterio que delimita una línea de la forma del arte. El arte, como el dinero, y los valores morales, son ideas, y están realizados a partir de símbolos de los delínean y les dan forma para ser reconocidos. Hacer arte, ser un inversionista en la banca y un monje tienen algo en común, estás en un intercambio de valores, ése es tu trabajo. El símbolo justificación forma parte del símbolo arte que forma parte del símbolo sociedad que forma parte del símbolo de la ideología de que nada se hace sin que tenga sentido, que da sentido al símbolo de sociedad occidental y que forma parte del sistema de trabajo capitalista, que ayuda a crear más símbolos, valor capital, que es real, desde la percepción que simboliza la realidad. Es un juego de fantasmas, puesto que son representaciones que juegan a distorsionar y sustituir la realidad.
            Es un símbolo que valida u otro para crear otro símbolo que valida la primero pero que niega al segundo sin el cual el tercero no puede ser y que no permite que existan los demás, haciendo del sistema un absurdo y una contradicción, para que el símbolo haga su papel de representación para que finja que es real. Y entonces, ésta empieza a desaparecer. Como sucede cuando alguien nos explica algo y le creemos.
Los actos de fe continúan constantes, y vivimos con ellos. Es más, si todo es subjetivo, la realidad no existe, porque nadie puede llegar a ella sino sólo mediante la subjetividad, la realidad vienen siendo la subjetividad, la emocionalidad y los sentimientos. Si nadie puede llegar a la realidad sino sólo a una percepción de la misma no podemos afirmar que existe, tampoco tiene sentido hablar de ella. Si, en cambio, la realidad es subjetiva entonces todo es real y la realidad es a la vez un símbolo de nosotros. La realidad es una forma de percepción característica.
            La realidad simboliza lo exterior en donde se encuentra nuestro interior. La realidad nos contiene (¿?) “yo estoy dentro de la realidad”; si esto es así, entonces la realidad es como un recipiente donde yo estoy dentro; so, whats out side? A menos que no sea como yo pienso los recipientes. Ahora, una bolsa tiene su interior y si se le voltea el interior queda en el exterior            y lo que estaba adentro queda afuera. Si seguimos llamándole como interior a esta parte ahora sensiblemente afuera y a exterior como lo que ahora está adentro quedamos en la imagen de lo que yo pienso que es el afuera. Lo interior. El interior de los objetos, por ejemplo, el interior es lo oculto a nuestros sentidos. donde la razón actúa para traducir a código sensible lo imperceptible. La ciencia hace eso. Mi razón y la de cualquiera que lea hace eso. Nuestro cerebro mediante códigos traduce lo sensible a razonal y lo razonal a sensible. Podemos sentirnos alegres y prepotentes antes de tener que lavar otro traste.
            Pero la realidad del símbolo es su reconocimiento, no tomar conciencia, sino percibirlo como realidad en vez de cómo símbolo. Si se lo quito, todo es código. La realidad de los pigmentos que forman el símbolo que hago al pintar es otro símbolo, es mi percepción de su realidad. Soy yo. Yo no veo la realidad veo la representación que mi cerebro hace de la realidad. Con mi percepción percibo mi percepción de lo de afuera, donde afuera también es otra percepción. Hay recursividad o tautología por donde le veas. ¿puedo saber de la realidad? no sé, pero se me ocurre que si supiera cuánto distorsiono la realidad matemáticamente puedo crear modelos que puedan ser sensibles a mis sentidos para percibir cómo según un proceso es la realidad. Como pensar que no hay colores sino los absorbida y reflejada.
            Todo esto viene a algo más. Quererme salir de la enap así como dejar de hacer el cuarto obscuro sería realizar otro símbolo, el de lo correcto frente a dejar de hacer algo que no me gusta (otro símbolo), porque esto me aterra, aunque me da estabilidad. Entonces, un sociólogo decía que la comunicación es una coordinación de acciones. yo pienso que igual pasa en el arte y mi conducta con respecto a los símbolos, realizo lo que es símbolo de lo bueno, porque además tiene soporte en sus consecuencias positivas a mí. Deshecho lo demás. Ya no le hablo a una chica porque me sentir inestable y amenazado.
            Oh sorpresa, no es tan abstracto como simples símbolos, está la subjetividad de lo real, o sea, mis emociones y sentimientos. Si dejo la enap sentiría mucho vértigo ante la realidad de trabajar sin título, sólo me queda un año y medio. no estoy aprendiendo una profesión que se caracterice por ser de fácil explotación. Está cabrón la artisteada. Tengo que encontrar el contexto más sensible a ella y donde mejor explote yo con ella. El contexto del valor dinero, del intercambio de símbolos. Antes, en otro tipo de sociedades, incluso en la nuestra en otra estructura como la familiar los intercambios se hacen a otros niveles de símbolos. Me cuida mi madre ante el símbolo de la obediencia, por ejemplo. El otro contexto es el de mi libertad. Salirme de la enap también sería irme a golpear contra la pared de la impulsividad frente al vértigo y nervios y emoción de mi libertad.

sábado, 9 de marzo de 2013

uhhhh!!!
soy la persona más popular de los blogss!!
conmigo, como principal visitante...
después estoy yo
y más allá, creo sigo yo


la dolorosa vision que de esto se desprende me lleva a la reflexión. si realmente fuera visitado, seguiría estando solo, visitando este blog viendo si alguien me escribe algo.
en un museo es lo mismo. expones y simplemente no sabes qué sucede con tu obra... te expones al vacío.
después haces un currículum con todas las exposiciones que has hecho en lugares cargados de significado y que en realidad no creo que cambien tu vida mucho. no sé realmente pero desde punto de vista, no le veo tanto sentido a ser artista. cuando en mis clases de historia revisamos cuáles son las implicaciones sociales en torno al arte uno entiende que por más pequeños que sean tus actos un enramado social se relaciona frente  a esto, con su propia estructura, y que incluso yo lo hago en torno a  otras cosas. de lo que se desprende que el arte sólo es consecuencia de otras cosas, una forma de estructurarse

domingo, 3 de febrero de 2013

no sé qué decir

le estoy echando ganas. la falta de lectura hace que no sepa escribir.
los pinches maestros de la enap no sé qué pedo con ellos.
a veces parece que argudín sólo da su punto de vista de la vida y hay momentos en que me emociona como para salir corriendo de su clase y enfrentar mi vida donde me "separé" de ella, pero tengo miedo. me quedo corto y sin aliento. como sin pila. xxx
parece que será un año duro. no sé qué onda con eso de disfrutar la vida. quiero quedarme en cama, siento que estoy deprimido

miércoles, 28 de noviembre de 2012


Desde que sucede la autonomía del arte con el avance de la sociedad burguesa se van separando progresivamente los componentes del arte; su parte sensible, su parte razonal, su producción, el productor, hasta el receptor; dilatándose en un proceso que de difusión masiva. El individualismo brota, y la identificación de los objetos de arte se hace, asimismo, individual.  
            Como efecto contraproducente y paradójico, el artista deja de buscar la autosatisfacción. El capitalismo en el arte se manifiesta en la competencia. Yo temo que me deje de espejear en mi propia producción, y de que caiga en la ironía de volverme monótono dentro de la creatividad. Por eso pienso en otro sentido, en no buscar simpatizar, más que a mí mismo, lo cual puede hacer que sólo haga cosas artísticas o estéticas cuando me dé la gana, no como profesión. Por lo menos, pensar en otras opciones me abre un poco el panorama

martes, 9 de octubre de 2012

me di cuenta de algo. Desvaría, creo que no sólo yo, pensando mucho acerca de mi especialización del trabajo, el artista haciendo arte. Más que una ventaja acerca de mi propia movimiento, siento que es susceptible de enceguecerme esta mirada. Siento que una persona puede hacer lo que sea, siempre y cuando cuente con los recursos y disposición, y definirte acerca de cómo te consideras en cierto momento (lo cual aplica para toda la auto imagen con todos sus detalles, sexualidad, esfuerzo, profesión, amigos, etc.), puede llevarme a sólo querer restringir mi vida a un tipo de actividades, limitando así mi desarrollo más integral. Por un lado tengo miedo de que no se me considere artista, por el otro pienso que si por esto dejo de hacer cosas que me interesan la cagaré. Me interesa el ser multidisciplinario, aunque prácticamente esté por los suelos, lo cual implica que haré un poco de cada cosa. quizá también en una búsqueda de mí y de desarrollar mis poder.