miércoles, 28 de noviembre de 2012


Desde que sucede la autonomía del arte con el avance de la sociedad burguesa se van separando progresivamente los componentes del arte; su parte sensible, su parte razonal, su producción, el productor, hasta el receptor; dilatándose en un proceso que de difusión masiva. El individualismo brota, y la identificación de los objetos de arte se hace, asimismo, individual.  
            Como efecto contraproducente y paradójico, el artista deja de buscar la autosatisfacción. El capitalismo en el arte se manifiesta en la competencia. Yo temo que me deje de espejear en mi propia producción, y de que caiga en la ironía de volverme monótono dentro de la creatividad. Por eso pienso en otro sentido, en no buscar simpatizar, más que a mí mismo, lo cual puede hacer que sólo haga cosas artísticas o estéticas cuando me dé la gana, no como profesión. Por lo menos, pensar en otras opciones me abre un poco el panorama